Conchita Hurtado de Mendoza: una voz estratégica para liderar la transición energética
La transición energética avanza hacia un modelo más sostenible, flexible y centrado en el cliente. Destacando la participación de ALPIQ como Patrocinador Oro de FEL2050, en olivoENERGY hemos tenido el placer de conversar con Conchita Hurtado de Mendoza, responsable de Regulación y Asuntos Institucionales de ALPIQ España, sobre los principales retos que enfrenta el sector energético y el papel que debe desempeñar España en el liderazgo hacia un futuro más limpio y competitivo.
Activa en el sector energético desde 2008, Conchita ha desarrollado una sólida y transversal trayectoria profesional que abarca el acceso al mercado para productores, el desarrollo de proyectos de generación renovable y la comercialización de electricidad y gas natural.
Como responsable de Regulación y Asuntos Institucionales, representa a la compañía en las asociaciones sectoriales más relevantes, participando activamente en consultas regulatorias y documentos de posicionamiento tanto a nivel nacional como europeo. Lidera el diálogo institucional y el seguimiento regulatorio en áreas estratégicas para la empresa.
Con un perfil claramente internacional, habla seis idiomas, lo que refuerza su capacidad para fomentar el diálogo en entornos globales y actuar como puente entre los distintos marcos regulatorios de los países europeos en los que opera Alpiq.


La transición energética en Europa requiere acelerar la integración de renovables, electrificar la economía y garantizar la competitividad del sistema. Desde vuestra experiencia, ¿qué factores consideráis más determinantes para lograr una transformación energética sólida y equilibrada?
Europa parte de una buena posición para cumplir sus objetivos climáticos de las próximas décadas. En 2024, las energías renovables generaron un 48 % de la electricidad en la UE, frente al 45 % en 2023 y el 41 % en 2022. Las tecnologías energéticas limpias son competitivas en términos de costes operativos y la capacidad manufacturera de Europa presenta una alta diversificación. Sin embargo, tenemos que conseguir crear un marco propicio, que construya autonomía estratégica en la UE, garantice la base industrial y mantenga el potencial de innovación del continente. Y entonces, ya en un entorno adecuado, podremos culminar el proceso de transición energética de manera sólida y progresiva, garantizando la seguridad del suministro y sin dejar a nadie atrás.

La transición energética debe articularse necesariamente a través de múltiples vectores. Para Alpiq los esenciales son:
- Desarrollo e integración de infraestructuras, con digitalización de las redes para gestionar una mayor variabilidad y descentralización, tecnologías flexibles que aporten firmeza al sistema e integren la intermitencia inherente a la generación renovable, e interconexiones internacionales que fortalezcan el mercado único de energía.
- Un marco regulatorio estable y predecible,, capaz por un lado de aportar la estabilidad que busca la inversión privada y, por otro, lo suficientemente flexible para navegar por un entorno cada vez más cambiante y competitivo.
- Innovación, competitividad y sostenibilidad económica, con apoyos a la descarbonización de industrias intensivas en energía. Debemos poner al alcance de nuestra industria energía asequible y facilitar la electrificación y el acceso a combustibles de origen biológico.
- Las personas. Una transición que permita la participación ciudadana, con modelos de generación distribuida, comunidades energéticas y autoconsumo. Y con el foco en el talento, formando profesionales para una nueva era.

El sistema energético del futuro exige nuevos enfoques en flexibilidad, almacenamiento y gestión activa de la demanda. ¿Cómo ve ALPIQ la evolución de estos servicios en el mercado español y qué papel jugarán en la eficiencia del sistema eléctrico?
La flexibilidad es esencial para la transición energética. No solo aporta estabilidad al sistema y seguridad de suministro, sino que también permite la integración de fuentes de energía renovable en el mix y ayuda a reducir los costes del sistema, especialmente en lo que a vertidos técnicos y económicos se refiere. La necesidad de flexibilidad va a ir en aumento en los próximos años debido a la mayor presencia de energía renovable en el sistema (dependiendo de los estudios, estaríamos hablado de entre el 69 y el 83% de la energía generada en la UE en 2030), el avance de la electrificación y el aumento de la demanda eléctrica, así como el progresivo abandono de las tecnologías térmicas convencionales y el imperativo de garantizar la seguridad del suministro.
Y aunque las necesidades de flexibilidad varían para cada Estado Miembro, sí hay elementos comunes, como pueden ser la demanda y las baterías para cubrir las necesidades de flexibilidad en el corto plazo, y soluciones de flexibilidad para más largo plazo como el hidrógeno o las centrales hidráulicas. Y ante elementos comunes, retos comunes. En un estudio recientemente publicado por el Parlamento Europeo se apunta que en la actualidad ni la regulación en términos generales -todavía en evolución- ni el diseño de las normas de funcionamiento del mercado, en particular, favorecen la participación de los activos flexibles.
Y aunque firmeza y flexibilidad no son equivalentes, están interrelacionadas. Por esto desde Alpiq aplaudimos la implementación mecanismos de remuneración de capacidad en España, que impulsen el desarrollo del almacenamiento a la vez que aseguren la disponibilidad de potencia de respaldo suficiente durante el proceso. Igualmente decisiva será la digitalización y gestión en tiempo real de la red de distribución, que permitirá una penetración capilar de la flexibilidad en el sistema y la creación de mercados locales de flexibilidad.
Finalmente, debemos perseguir una Unión Energética Única, que a día de hoy no es evidente, como puso de manifiesto el informe Letta. La fragmentación del mercado limita la eficiencia y competitividad de Europa. A modo de ejemplo, la no remuneración de la regulación primaria en España nos sitúa en posición de desventaja para el desarrollo de las baterías frente a otros países europeos.
La digitalización y la gestión en tiempo real de las redes de distribución serán claves para incorporar la flexibilidad al sistema y fomentar los mercados locales de flexibilidad.
España tiene un gran potencial para convertirse en un hub energético limpio, especialmente en el desarrollo del hidrógeno renovable. ¿Qué condiciones deben darse para aprovechar plenamente esta oportunidad?
Es evidente que España tiene una gran oportunidad de convertirse en uno de los líderes europeos en la producción de hidrógeno renovable. Esto se debe principalmente al potencial de generación renovable a precios competitivos. Como sabemos, el 60% del coste del H2 corresponde a la electricidad, por lo que en aquellos países donde se pueda generar electricidad más barata será donde haya mayor potencial de producir hidrógeno renovable competitivo para apoyar la descarbonización de la industria hard-to-abate (aquella con mayores dificultades para electrificar sus procesos productivos y para la reducción de emisiones de CO2).
Estamos en un momento clave en el que se deben tomar las decisiones que impulsen y permitan que efectivamente lleguemos a ser un referente europeo e incluso mundial en la producción del hidrógeno renovable. En mi opinión, los principales desafíos que enfrentamos ahora mismo son:
En primer lugar, y como mayor desafío, el impulso a la demanda. A día de hoy el precio del hidrógeno renovable es hasta 3-4 veces superior al del energético al que sustituye. Por eso se necesitan políticas que permitan cerrar el gap que hay entre el coste de producción y la voluntad de pago de la demanda (offtaker).
Además, es imprescindible contar con un marco regulatorio estable. Es ahora cuando se están tomando las decisiones de inversión y necesitamos certezas para los próximos años. La tecnología y la infraestructura también se pueden considerar como desafíos o barreras, pero aquí se está avanzando con paso firme. Se está dando un desarrollo tecnológico muy favorable, el cual permite optimizar los costes de producción. Además, estamos viendo que empresas españolas se están posicionando en este eslabón de la cadena de valor, lo cual permitirá reducir la demanda del exterior en lo que respecta a equipos y generar valor a nivel país.
Por último, es fundamental la colaboración público- privada. Tenemos que sumar fuerzas para ser capaces de afrontar estos desafíos, sacar adelante los proyectos y lograr que lleguemos a explotar este potencial de producción de H2 renovable como país.

ALPIQ está fuertemente posicionada en servicios energéticos innovadores productores y grandes consumidores. ¿Cómo estáis adaptando vuestra oferta ante un mercado cada vez más descentralizado, digitalizado y orientado a la sostenibilidad?
En un contexto de mercado y regulatorio que se puede definir bajo el modelo denominado en inglés con el acrónimo de VUCA (Volatility, Uncertainty, Complexity and Ambiguity), por tanto, con elevada Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad, las empresas, ya sean productores o grandes consumidores, se ven obligadas a adaptar continuamente su estrategia.
En Alpiq tenemos interiorizada la flexibilidad, tanto para la gestión de nuestros propios activos como en los servicios para terceros. Por este motivo estamos siendo capaces de entender cómo la evolución del mercado, con cambios continuos y muy dinámicos, exige disponer de una mayor capacidad de adaptación para ofrecer ventajas competitivas a productores y grandes consumidores, en un entorno también crecientemente competitivo.
Partiendo de nuestro conocimiento, experiencia y recursos, trabajamos de forma continuada en nuestra propuesta de valor, con servicios y productos más sofisticados, como por ejemplo nuevos modelos de precio y de producto PPA para grandes consumidores, con combinaciones de productos ya existentes o con productos estructurados a nivel financiero utilizando opciones, así como en representación de productores de energía renovable, donde estamos maximizando el valor de la gestión flexible de sus activos en la participación de mercados de balance según tecnologías y con una continua inversión en la mejora de recursos y de procesos, consiguiendo entre otros hitos que más del 80% del total de la potencia instalada representada esté habilitada para su maximización del resultado con estos activos de producción.
El hecho de poner a disposición de productores nuestra experiencia en la optimización de activos refuerza el caso de negocio de los proyectos, en un entorno marcado por la incertidumbre y la creciente presencia de precios negativos en el mercado.
Como Patrocinador Oro del FEL2050, ¿qué os motiva a formar parte de este foro y cuál es el mensaje clave que queréis compartir con el ecosistema energético que se reunirá en esta edición?
La transición energética no es solo una meta, es una responsabilidad compartida. En este foro abrimos un espacio para el diálogo abierto, constructivo y necesario entre empresas, instituciones y ciudadanos. Y el entendimiento es punto de partida necesario para el cambio.
A través de su participación en este foro Alpiq aporta su experiencia de décadas en la gestión de activos flexibles, claves para posibilitar la integración de renovables en el sistema que nos conduzcan a nuestro objetivo común de neutralidad climática en 2050.
Es el momento de remar todos en la misma dirección, con compromiso y visión compartida. Todos a una, puesto que la energía de mañana depende de las decisiones que tomemos hoy.
FEL2050 es un foro necesario para acelerar las conversaciones clave entre tecnología, regulación e industria y construir una hoja de ruta compartida.
Queremos agradecer tanto a Lovisa Urheim como a Alicia Carrasco por un intercambio tan inspirador y orientado al futuro. Esta conversación ha puesto sobre la mesa algunas de las prioridades más urgentes para las redes eléctricas de Europa y España: desde la necesidad inaplazable de una planificación inteligente y una mayor interconexión, hasta el papel clave de la flexibilidad para garantizar la resiliencia y la competitividad, pasando por la importancia de la digitalización, la optimización y la visibilidad en tiempo real para aprovechar al máximo la infraestructura existente. A medida que la transición energética se acelera, estos elementos serán esenciales para construir redes sólidas, preparadas para el futuro y capaces de garantizar un sistema energético justo, seguro y asequible.
Más información
Alpiq es una empresa energética líder en Europa. Como productor de electricidad y comercializador internacional de energía, Alpiq está presente en los principales mercados europeos desde hace más de 25 años, incluido España.
La estrategia de Alpiq está focalizada en la generación a través de activos flexibles que aportan firmeza y potencia de respaldo al sistema, facilitando la integración de la energía renovable, el trading energético y la originación.
Con muchos años de experiencia en originación, Alpiq proporciona ofertas a medida en el acceso al mercado, la gestión de activos y riesgos, así como en servicios de representación en Mercado, siendo especialmente activo en la estructuración de acuerdos de compra y venta de energia a largo plazo con PPAs.