A medida que Europa avanza en la descarbonización, la electrificación y la digitalización, las redes de distribución se están convirtiendo en el pilar fundamental —aunque a menudo pasado por alto— de la transición energética. En este contexto, Alicia Carrasco, CEO de olivoENERGY, conversó con Lovisa Urheim, Head of Investor Relations and Regulatory Affairs en Plexigrid, para explorar cómo debe evolucionar la red eléctrica para responder a las demandas de una nueva era energética.
En esta conversación, Alicia y Lovisa reflexionan sobre cómo deben adaptarse las redes de distribución europeas ante la generación descentralizada y el aumento de la demanda, por qué la trazabilidad y la visibilidad en tiempo real son esenciales para optimizar la red, cómo la flexibilidad puede actuar como alternativa a las inversiones tradicionales y qué hace que el enfoque de Plexigrid destaque frente a los modelos convencionales.


Lovisa, gracias por acompañarme en esta conversación. Es un placer intercambiar ideas contigo en un momento tan crucial para el futuro energético de Europa. Empecemos por el panorama general: ¿qué está ocurriendo actualmente en Europa en lo que respecta a la transformación de nuestras redes eléctricas?
Europa se encuentra actualmente en un punto de inflexión en su sistema energético. La combinación de varios factores, como la urgencia climática, la creciente electrificación de la economía, la integración masiva de las energías renovables y la reciente crisis geopolítica derivada de la guerra en Ucrania, ha puesto de manifiesto tanto las fortalezas como las debilidades de las infraestructuras eléctricas europeas. Las redes, diseñadas en su mayor parte en el siglo XX para un flujo de energía unidireccional y centralizado, se ven obligadas a transformarse para hacer frente a un sistema más descentralizado, digital, resiliente y flexible.
Esta situación ha puesto de manifiesto vulnerabilidades como los cuellos de botella en la red, la lentitud en la tramitación de nuevos proyectos o la flexibilidad limitada ante cambios bruscos en la generación o la demanda. Todo ello en un contexto en el que los ciudadanos, la industria y los gobiernos europeos exigen al mismo tiempo precios asequibles, sostenibilidad y seguridad del suministro. All this in a context where European citizens, industry and governments are demanding affordable prices, sustainability and security of supply at the same time.
En Europa se está produciendo una profunda transición energética, impulsada por iniciativas clave como el Pacto Verde, la Ley de Asequibilidad y el nuevo enfoque de inversiones anticipadas para reforzar y modernizar las redes eléctricas. El 2 de junio de 2025 se publicó una hoja de ruta de la Comisión Europea que estima la necesidad de invertir alrededor de 730 000 millones de euros en redes de distribución y otros 477 000 millones de euros en transmisión hasta 2040. Estas inversiones se basan en una planificación de escenarios a medio y largo plazo, permiten reducir los costes, integrar las energías renovables y garantizar una transición energética asequible.
Además, la reciente crisis eléctrica en la Península Ibérica ha puesto de relieve la importancia de reforzar las conexiones transfronterizas (España y Portugal solo están conectados en un 5 % de su capacidad, frente al objetivo europeo del 15 % para 2030), lo que nos convierte en una «isla energética» vulnerable a los cortes de suministro. La Unión Europea está adoptando un enfoque proactivo, promoviendo inversiones proactivas, es decir, anticipándose a las necesidades futuras con infraestructuras preparadas para ampliar la capacidad, instalar conductos de cable excedentes o prever circuitos dobles en los postes, etc.
¿Cómo encajan en todo esto los aspectos operativos, como el reciente apagón y la flexibilidad de la red?
Las recientes interrupciones han aumentado la prioridad de invertir, operar y gestionar la red de una manera más flexible. Europa ya no se conforma con ampliar la capacidad, sino que exige digitalización, almacenamiento, respuestas rápidas y una gestión inteligente de los flujos de energía.
En línea con esto, Carmen Gimeno, secretaria general de GEODE (la voz de los distribuidores locales en Europa), destacó en LinkedIn tras un foro celebrado hace dos meses en smartEn: «Hay un claro acuerdo sobre la necesidad de inversiones en la red, que incidentes como el apagón de la semana pasada ponen más de relieve, respaldadas por soluciones tecnológicas innovadoras y soluciones flexibles. Todos estamos en el mismo barco para construir juntos una #red de distribución segura, verde y flexible».
La Presidencia polaca también destacó en otro evento reciente celebrado en Bruselas: «Las infraestructuras de red de la UE y, en particular, las redes de distribución son la columna vertebral de la transición energética», y añadió que, sin una infraestructura sólida, «hoy en día es muy difícil hablar de seguridad europea sin tener en cuenta las infraestructuras energéticas».
Estos enfoques apuntan claramente a la promoción de conexiones flexibles, tecnologías inteligentes (como operadores flexibles, digitalización y baterías), y también al diseño de nuevas tarifas incentivadoras para los DSO y los TSO con el fin de integrar la flexibilidad sin aumentar los costes para los consumidores.
Europa se basa en sus puntos fuertes en materia de planificación proactiva, digitalización y flexibilidad operativa, todo ello en consonancia con el Pacto Verde y los planes de conectividad. El enfoque proactivo debe ser compatible con una regulación sensata para evitar sobrecostes. Como subraya Carmen Gimeno, la modernización de la red no es solo una cuestión de inversión: es la única forma fiable de hacer que las redes de distribución europeas sean sistemas seguros, verdes y flexibles, capaces de evitar apagones y apoyar la transición energética con confianza.
¿Por qué la optimización es clave para la red? ¿Y por qué la trazabilidad es importante para la capacidad de la red?
La optimización es esencial para la red porque permite un uso más eficiente de la infraestructura existente en lugar de depender de costosas y largas actualizaciones. A medida que crece la demanda de electricidad y se integran más recursos energéticos renovables y distribuidos, la simple ampliación de la red ya no es una solución sostenible. En cambio, la optimización ayuda a garantizar que la red funcione de manera más eficiente, reduce la restricción de las energías renovables y permite a los operadores aplazar o evitar nuevas inversiones mediante una gestión más inteligente de los activos existentes.
La trazabilidad, que en este contexto entiendo como visibilidad y conocimiento operativo, es un factor fundamental para esta optimización. Sin una comprensión clara y en tiempo real de lo que ocurre en la red, especialmente en el nivel de baja tensión, es imposible tomar decisiones informadas o liberar la capacidad oculta. La visibilidad permite a los operadores de la red detectar congestiones locales, comprender los patrones reales de consumo y generación, y evaluar el impacto de las medidas de flexibilidad. También favorece la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de la red, lo que es cada vez más importante a medida que aumentan los actores que interactúan con el sistema.
En resumen, la optimización nos permite sacar más partido a la red que ya tenemos, y la trazabilidad proporciona los datos y la información necesarios para hacerlo de forma eficaz. Sin visibilidad, la optimización se convierte en una mera conjetura, y sin optimización corremos el riesgo de invertir en exceso en infraestructuras que quizá no necesitemos.
Las redes deben evolucionar hacia sistemas inteligentes y flexibles. La optimización y la trazabilidad ya no son opcionales: son esenciales para una transición energética segura y asequible.

¿Cómo está apoyando Plexigrid la digitalización de las redes de distribución en Europa y, específicamente, en España, y qué la hace diferente de las plataformas tradicionales de planificación o gestión de redes?
Plexigrid apoya la digitalización de las redes de distribución proporcionando software que ofrece visibilidad en tiempo real, análisis avanzados y gestión flexible a las redes de baja y media tensión. Esto permite a los operadores supervisar y optimizar sus redes basándose en datos precisos y de alta resolución, lo cual es esencial a medida que crecen la electrificación y los recursos energéticos distribuidos.
En España, la tecnología de Plexigrid se utiliza para simular escenarios de demanda futura e identificar dónde la flexibilidad puede sustituir o aplazar las inversiones tradicionales en la red. Esto ayuda a los operadores a planificar de forma más rentable y a aprovechar mejor la infraestructura existente. En toda Europa, la plataforma permite pasar de una expansión de la red basada en el hardware a operaciones más inteligentes y basadas en datos que mejoran la eficiencia y la resiliencia.
Lo que diferencia a Plexigrid de las plataformas tradicionales de planificación o gestión de redes es su enfoque en la toma de decisiones en tiempo real y basada en datos a nivel de baja y media tensión. Las plataformas tradicionales suelen basarse en datos estáticos, ciclos de planificación largos y suponen un comportamiento uniforme en toda la red. Por lo general, dan prioridad a las actualizaciones de hardware para resolver los problemas de capacidad.
Plexigrid adopta un enfoque diferente. Combina un gemelo digital detallado con datos en tiempo real e inteligencia artificial para simular el comportamiento de la red, detectar congestiones y probar el impacto de diferentes escenarios de flexibilidad o inversión. Esto permite a los operadores liberar la capacidad existente y gestionar la red de forma más eficiente sin recurrir a costosas ampliaciones de infraestructura. La plataforma también permite coordinar los recursos energéticos distribuidos y activar la flexibilidad a nivel local, algo para lo que los sistemas tradicionales no están diseñados. En resumen, Plexigrid pasa de una planificación reactiva y con gran dependencia de la infraestructura a una gestión proactiva de la red basada en software.
¿Cómo ayuda Plexigrid a identificar cuellos de botella o capacidad ociosa en la red?
Plexigrid ayuda a identificar los cuellos de botella y la capacidad ociosa combinando un gemelo digital de la red con datos históricos y en tiempo real procedentes de fuentes como los sistemas AMI, ADMS y GIS. Esto permite a los operadores simular cómo fluye la electricidad a través de la red en diferentes condiciones y localizar con precisión dónde pueden producirse congestiones o dónde no se está aprovechando al máximo la capacidad.
En lugar de basarse en modelos de planificación estáticos o en suposiciones, Plexigrid supervisa continuamente la red para detectar desviaciones de tensión, líneas sobrecargadas y baja utilización de los activos. También prevé escenarios futuros, como el aumento de la recarga de vehículos eléctricos o la generación distribuida, para destacar las áreas en las que podrían surgir problemas o en las que existe capacidad sin aprovechar. Esto permite a los operadores priorizar las acciones, activar la flexibilidad y optimizar la infraestructura existente antes de comprometerse a realizar nuevas inversiones. This enables operators to prioritize actions, activate flexibility, and optimize existing infrastructure before committing to new investments.


¿Cuál es la diferencia entre la planificación de refuerzo tradicional y el modelado optimizado de la red?
La planificación tradicional del refuerzo se basa en supuestos estáticos y en los peores escenarios posibles.Las empresas de servicios públicos suelen evaluar las previsiones de demanda máxima a largo plazo y planificar las mejoras añadiendo infraestructura física, como nuevos transformadores o cables, para evitar restricciones futuras. Este enfoque suele dar lugar a una inversión excesiva y a una infrautilización, ya que no tiene en cuenta el comportamiento real de la demanda y la generación en tiempo real.
El modelado optimizado de redes, por otro lado, utiliza simulaciones detalladas basadas en datos históricos y en tiempo real para comprender cómo funciona la red en diversas condiciones. En lugar de planificar únicamente para los picos de demanda, analiza los patrones de uso reales, identifica los cuellos de botella y la capacidad no utilizada, y evalúa el impacto de diferentes estrategias de flexibilidad o reconfiguración. Esto permite a los operadores retrasar o evitar costosos refuerzos al hacer un mejor uso de lo que ya existe. Se trata de un enfoque más preciso, dinámico y rentable para la planificación y el funcionamiento de la red.
¿Qué papel desempeña la digitalización en la detección de inversiones que no son necesarias si se gestiona bien la flexibilidad?
La digitalización desempeña un papel fundamental a la hora de identificar cuándo pueden no ser necesarias las inversiones en la red, ya que proporciona los datos y las herramientas necesarios para comprender cómo se utiliza realmente la red. Con la información aportada por sistemas como AMI, ADMS y GIS, y el uso de gemelos digitales, los operadores obtienen una visibilidad en tiempo real del rendimiento de la red a un nivel mucho más detallado que el que permite la planificación tradicional.
Esta mayor visibilidad ayuda a revelar cuándo las restricciones previstas se basan en previsiones obsoletas o en picos poco frecuentes, en lugar de en un uso real y constante. Con datos precisos y modelos avanzados, los operadores pueden comprobar cómo medidas de flexibilidad como la respuesta a la demanda, la tarificación dinámica o la reconfiguración de la red podrían resolver los problemas sin necesidad de nueva infraestructura. Muchos cuellos de botella son temporales o locales y, a menudo, pueden resolverse mediante cambios operativos.
La digitalización permite a los operadores simular diferentes escenarios, supervisar continuamente el comportamiento de la red y responder con precisión. Esto cambia el enfoque de la expansión de la infraestructura por un uso más inteligente de la que ya existe. Como resultado, las inversiones están mejor orientadas, son más eficientes y menos propensas a ser innecesarias. This shifts the focus from defaulting to infrastructure expansion to making smarter use of what already exists. As a result, investments are better targeted, more efficient, and less likely to be unnecessary.
La planificación tradicional de redes se diseña para el peor escenario; la modelización optimizada planifica para la realidad. La digitalización nos ayuda a ver dónde la flexibilidad inteligente supera a la infraestructura costosa.

Gracias, Lovisa, por describir el contexto europeo en su conjunto y destacar la importancia de la flexibilidad, la optimización y la planificación inteligente para las redes del futuro. Ahora centremos nuestra atención en España, un país con recursos renovables excepcionales pero también con retos estructurales únicos.
Alicia, ¿cuál es la situación en España hoy y cómo ves que el país pueda avanzar en el doble objetivo de acelerar la electrificación y, al mismo tiempo, garantizar una red sólida, flexible y preparada para el futuro?
Aunque España tiene un enorme potencial renovable, especialmente solar y eólico, su limitada capacidad de interconexión con el resto de Europa sigue condicionando su plena integración en el mercado continental. A nivel interno, la electrificación acelerada de la demanda, especialmente en la industria y el transporte, está generando nuevas exigencias a la red, que requieren más puntos de conexión distribuidos y una mayor capacidad de respuesta por parte de los operadores.
Además, se hace evidente la necesidad de mejorar los procesos regulatorios: actualmente, la toma de decisiones sobre qué, cuándo y dónde invertir en la red carece de trazabilidad y agilidad, lo que dificulta la ejecución oportuna de proyectos clave. España necesita una planificación de la red más inteligente y basada en datos, así como inversiones eficientes en CAPEX. Esta es la única forma de garantizar una red preparada para absorber el crecimiento de la electricidad sin poner en peligro la competitividad y la resiliencia del sistema. La reciente consulta pública sobre el nuevo esquema de retribución de los operadores de redes de distribución (DSO) para el periodo 2026-2031 introduce nuevos incentivos para fomentar la eficiencia, pero solo tendrá éxito si se alinea con un marco claro para las conexiones flexibles, tarifas adaptables, mercados locales de flexibilidad y con incentivos operativos que aprovechen la flexibilidad como herramienta central para la gestión de la red.
¿Cómo reforzar la interconexión transfronteriza para romper la «isla energética» de la Península Ibérica y aumentar la resiliencia europea?
El refuerzo de la interconexión transfronteriza es esencial para romper los cuellos de botella estructurales del sistema energético europeo. Las infraestructuras físicas, como los nuevos interconectores y los corredores de transmisión mejorados, constituyen la base para permitir el movimiento de la electricidad entre países. Esto es especialmente importante a medida que se integra más energía renovable, a menudo en lugares alejados de donde se concentra la demanda.
Sin embargo, la infraestructura física por sí sola no es suficiente. Una vez establecidas las conexiones transfronterizas, la flexibilidad se vuelve fundamental para utilizarlas de manera eficiente. La flexibilidad a través de la respuesta a la demanda, el almacenamiento, la tarificación dinámica y la mejora del control de la red ayuda a gestionar los flujos de electricidad en tiempo real. Permite a los operadores hacer frente a restricciones temporales, equilibrar la oferta y la demanda de forma más local y liberar capacidad que, de otro modo, se consideraría no disponible. En muchos casos, la flexibilidad puede retrasar o reducir la necesidad de nuevas inversiones al mejorar el uso de los activos existentes. It allows operators to address temporary constraints, balance supply and demand more locally, and unlock capacity that might otherwise be considered unavailable. In many cases, flexibility can delay or reduce the need for new investments by improving the use of existing assets.
Este enfoque cuenta con un apoyo cada vez mayor por parte de los reguladores, los operadores de sistemas y los economistas especializados en energía. Si bien la interconexión física es necesaria, la flexibilidad suele ser más rápida de implementar y más rentable, especialmente cuando las restricciones son a corto plazo o locales. La flexibilidad no sustituye la necesidad de infraestructura donde esta no existe, pero puede hacer que el sistema sea más receptivo y reducir el riesgo de sobreconstrucción.
Para respaldar esto, también es necesario mejorar la coordinación transfronteriza. Esto incluye armonizar las normas operativas, aumentar la transparencia en la asignación de la capacidad y ajustar los incentivos reglamentarios que actualmente favorecen los enfoques basados en infraestructuras pesadas. Cuando la infraestructura física, la flexibilidad y la regulación están armonizadas, la interconexión se convierte en una herramienta poderosa para una red europea más eficiente, resiliente e integrada.
España debe combinar su fortaleza en energías renovables con una planificación inteligente y una mayor interconexión. La flexibilidad es clave para la resiliencia y la competitividad.
Queremos agradecer tanto a Lovisa Urheim como a Alicia Carrasco por un intercambio tan inspirador y orientado al futuro. Esta conversación ha puesto sobre la mesa algunas de las prioridades más urgentes para las redes eléctricas de Europa y España: desde la necesidad inaplazable de una planificación inteligente y una mayor interconexión, hasta el papel clave de la flexibilidad para garantizar la resiliencia y la competitividad, pasando por la importancia de la digitalización, la optimización y la visibilidad en tiempo real para aprovechar al máximo la infraestructura existente. A medida que la transición energética se acelera, estos elementos serán esenciales para construir redes sólidas, preparadas para el futuro y capaces de garantizar un sistema energético justo, seguro y asequible.