El pasado 23 de noviembre tuvo lugar la segunda edición del Congreso de Redes Inteligentes organizado por Futured.
Durante esta jornada, expertos del sector y profesionales de destacadas empresas analizaron la actualidad y perspectivas futuras de las redes de distribución en media y baja tensión. Además, se presentaron ejemplos concretos de proyectos innovadores que ofrecen soluciones para superar los desafíos y retos que nos esperan.
Estamos experimentando un cambio de paradigma en el sector energético, con la aparición de nuevos modelos de negocio que plantean nuevos desafíos. Para alcanzar los objetivos europeos y nacionales, la red debe duplicar su capacidad debido al aumento de Recursos Energéticos Distribuidos (DERs).
Por ello, tenemos que actuar con sensatez y evitar inversiones masivas mediante el uso de soluciones innovadoras, como pueden ser los mercados locales de flexibilidad y los sandboxes o banco de pruebas regulatorios.
Tecnología actual
La tecnología desempeña un papel central en la transformación de las redes de distribución, permitiendo una operación más eficiente, sostenible y resiliente. La buena noticia de estas preocupaciones es que la tecnología ya está lista para usarse, y debe ser una herramienta para abordar los desafíos derivados de la gran integración de fuentes de energías renovables, la gestión de la carga y la optimización del flujo de energía.
Smart meters
En España, la implementación progresiva de medidores inteligentes ha permitido la medición remota del consumo de energía, desbloqueando funciones clave de control y monitorización. Aunque, se reconoce la necesidad de una mayor automatización para optimizar el rendimiento y el desarrollo de las redes inteligentes.
Digitalización y software
Para obtener una digitalización, una actuación automática y un control remoto completo de las redes que van desde el Centro de Transformación (CT) hasta el contador del usuario, necesitamos usar soluciones de software. Este software debe ser transparente, modular, interoperable, flexible y seguro para analizar la gran cantidad de datos que serán necesarios en la red de baja tensión. Gracias al uso de esta tecnología se conseguirán los siguientes beneficios:
- Predicción en la operación de las redes.
- Reducción de perdidas técnicas.
- Ajuste dinámico de los límites.
- Permitir el uso de diferentes recursos energéticos distribuidos.
- Invertir en el capex con un retorno máximo.
- Hacer frente con las complejidades que presentan los DERs de manera exitosa.
- Operar las redes cerca de los límites físicos con fiabilidad y eficiencia.
Próximos retos
Para conseguir que las redes sean totalmente inteligentes se necesita actualizar la infraestructura para lograr la admisión de tecnologías modernas. Los distribuidores deben obtener una retribución por la implementación de la tecnología, estimulando así sus inversiones y propiciando la formación de un mercado competitivo con soluciones innovadoras.
Ante las directivas europeas que desde enero de 2026 prohíben el uso de hexafluoruros en los CT, los distribuidores se ven obligados a innovar en los procesos de instalación y mantenimiento. Este cambio implica la necesidad de revalidar estos métodos a través de laboratorios nacionales, que, lamentablemente, son escasos en España. Dicha escasez complica los procesos de calificación y homologación, por lo que ies crucial considerar estos tiempos en la planificación.
Las redes eléctricas son como las carreteras. Puede haber momentos donde las carreteras estén congestionadas debido a la gran cantidad de coches y vehículos que hay. La solución para descongestionar el atasco no es construyendo nuevas infraestructuras de carreteras, sino implementando soluciones que den flexibilidad como, por ejemplo, compartir el coche.
Conclusiones
Como conclusión, se destacó la necesidad de usar la tecnología de manera efectiva para obtener beneficios significativos con una inversión mínima. La innovación tecnológica, la planificación y la colaboración entre los stakeholders del sector son clave para superar los desafíos futuros. Además, utilizando la flexibilidad evitamos la inversión en la ampliación de nuevas redes y el elevado coste de asociación.
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